miércoles, 28 de mayo de 2008

Tan fácil como pulsar Ctrl+C y luego Ctrl+V

Acabo de terminar de escribir mi nueva obra. Es una novela histórica que trata sobre "La Rosa Blanca", un grupo de jóvenes alemanes que se opuso al nazismo mediante propaganda clandestina. Después de años de trabajo e investigación en los archivos gubernamentales de Alemania, he podido concluir este libro cuya publicación online estará pronto disponible. Mientras tanto os deleito con el primer párrafo:

"El lunes 22 de febrero de 1943 luce un sol espléndido en Múnich; en la tarde de este día en que la primavera parece querer anticiparse, tres jóvenes esperan, en el patio de la penitenciaría de Stadelheim, a que se ejecute la pena de muerte que les ha sido impuesta ese mismo mediodía: son los hermanos Hans y Sophie Scholl, así como Christoph Probst".

¿Qué os parece? ¿ A que es genial? Sólo tengo una duda..., ¿con qué cibernombre firmo? Creo que "Moreno_69" está bien. No puedo firmar con mi nombre verdadero, claro está, porque si no estoy dando demasiadas pistas y me acusarían de plagio. ¿Plagio? ¡Ala! ¡Pero si lo que acabo de hacer es ilegal! Acabo de adjudicarme la autoría de una novela que ni siquiera he escrito. ¡Qué despiste! Es que con esto de internet es tan fácil, que a uno se le va la mano con el copy and paste.

Bromas y ejemplos aparte, estoy totalmente de acuerdo con Javier Cremades, autor de "Micropoder, la fuerza del ciudadano en la era digital", cuando afirma que "internet es como una auténtica máquina de copiado". Lo que he hecho en los primeros párrafos no ha sido otra cosa que copiar, literalmente, parte de la novela "La rosa Blanca" de Jose M. García Pegrilín. Pero claro, no he sido yo, ha sido mi yo cibernético. Es decir, ¿quién puede demostrar que he plagiado? ¿Quién es realmente "Moreno_69"? ¿Es este blog mío? ¿Son mis datos reales o, simplemente, forman parte de una identidad ficticia que me ayuda a plagiar sin ser descubierto?

Copiar en la "www" es facilísimo. De hecho Tim Berners-Lee, su inventor, la concibió como "una creación social diseñada para ayudar a la gente a trabajar juntos". A raíz de esta línea de pensamiento los llamados commons han defendido utópicamente un ciberespacio en el que todo el mundo aportaría su conocimiento de forma gratuita para el bien común de la sociedad. Basta un simple vistazo a la historia para saber, como afirma Cremades, que "las experiencias utópicas han arrojado un resultado desastroso para el resto de los derechos humanos".

Con todo esto, ¿a dónde quiero llegar? A una conclusión muy sencilla: internet al igual que las demás plataformas mediáticas, empresariales etc, también ha caído en el círculo capitalista. Por eso ideas como las defendidas por los "commons" jamás serían factibles porque el ser humano es egoista y siempre existiría un "Moreno_69" dispuesto a aprovecharse gratuitamente del trabajo intelectual del vecino. Máxime cuando en internet copiar no supone apenas coste además de poder acceder la gran base de datos global que es la "www".

¿Qué hacer ante esto? ¿Se debe restringir y controlar el acceso a los sitios web? ¿Debería existir un DNI digital que nos identificara y nos hiciese responsable de nuestros actos en el ciberespacio? Como adelanta Cremades en su libro, la legislación sobre propiedad intelectual he evolucionado en estos años más rápidamente que cualquier otra. Pero, evidentemente, las leyes siempre van con un paso por detrás de la sociedad. Con las nuevas tecnologías lo que hoy es nuevo se queda obsoleto en días y desde que se propone una ley hasta que se aplica pueden pasar años. Sin duda, el Derecho sufre un desfase temporal en cuanto a protección de propiedad intelectual se refiere.

Desde luego, estoy de acuerdo con la defensa de la identidad intelectual y en contra del plagio. Pero es innegable que controlar a los millones de personas que cada día descargan, copian, plagian...contenidos en la red, es casi imposible. Creo que es injusto apoderarse del trabajo de los demás y además explotarlo con fines lucrativos para tu propio interés. Pero tampoco estoy de acuerdo con la imposición de un canon estatal, porque la ley recoge el derecho de la copia de seguridad.

Como se puede apreciar es muy difícil encontrar el consenso entre qué se puede utilizar y qué no, sin invadir el terreno de la ilegalidad. Todos tenemos derecho al disfrute de obras artísticas o musicales, pero a ninguno nos gustaría vernos en el pellejo del que tiene que vivir de su trabajo y ve como todo el mundo tiene su disco pero el no a cobrado un duro ya que los usuarios de internet han preferido "compartir" su música por E-mule. Es complicado, pero necesario, llegar a un consenso entre creadores y consumidores. Como afirma Cremades, "si no queremos que la innovación tecnológica sea víctima de su propio éxito, es necesario que la propiedad intelectual se redefina adaptándose al nuevo entorno creado gracias a ella".


5 comentarios:

Teresa Sandoval dijo...

El comienzo es genial :-)
Supongo que tienes el post sin terminar porque se ha colado alguna errata importante. Te aviso por si acaso se haya colado.

Carlos Sz dijo...

Estoy terminándolo. Gracias por avisar, lo revisaré.

Roberto dijo...

Gran Post... si señor...

Saludosss....

Catalina Molinero dijo...

Que crack eres, me gusta mucho el comienzo. Sigue así Chalie.

Carlos Sz dijo...

Muchas gracias caty y chopi! Así uno se anima a escribir! Vosotros sí que sois unos cracks!